Montaje de mesa destacado
Un asiento en la mesa de ensueño de Marie Wynants
Llámala un icono del diseño o simplemente una de las creativas más influyentes de la actualidad: Kelly Wearstler está llevando su inconfundible California cool a interiores de todo el mundo con un estilo ecléctico y bañado de sol, inmediatamente reconocible. La marca de diseño belga Serax ya había lanzado sus serenas y cálidas colecciones de vajilla Dune y Zuma, y ahora las amplía. Para celebrar la ocasión, Serax invitó a la fotógrafa de moda Marie Wynants a aportar su lenguaje visual surrealista a la propuesta. Kelly: «Este es el tipo de sofisticada espontaneidad que me encanta».
No cabe duda de que la diseñadora de interiores Kelly Wearstler es un fenómeno. Su lista de clientes, premios y portadas de revistas incluye nombres como Cameron Diaz, Jessica Alba, Louis Vuitton y Elle Decor. En 2023, la diseñadora afincada en California presentó sus primeras colecciones de vajilla – Zuma y Dune – en colaboración con Serax. La combinación del minimalismo arquitectónico de Serax con la riqueza de inspiración vintage de Wearstler resultó ser un acierto perfecto. La propia Wearstler lo resumió así: «Alma vieja, espíritu nuevo».
La fotógrafa belga emergente Marie Wynants —cuyos trabajos anteriores incluyen proyectos para la DJ Charlotte de Witte, Peggy Gou, Nike y Vogue— reinterpretó por primera vez la colección de Wearstler el año pasado. ¿Su chispa creativa? The CCCP COOK BOOK: True Stories of Soviet Cuisine —un libro lleno de platos de la antigua Unión Soviética que probablemente nunca querrías cocinar; un anti-libro de cocina involuntariamente absurdo, con una tarta de pepinillos como pieza central irónica. Kelly Wearstler se convirtió al instante en admiradora de la visión excéntrica y onírica de Wynants, lo que dio lugar a una colaboración completamente nueva.
A primera vista, vuestros lenguajes visuales parecen estar en mundos opuestos: Kelly es el sol, Marie es el eclipse. ¿Por qué funciona?
Marie: «Visualmente, somos definitivamente diferentes: su trabajo es expresivo pero a la vez calmante, mientras que el mío tiende a ser más oscuro y enigmático. Pero ese contraste crea algo interesante. Yo aporto un giro que añade profundidad e intriga a sus piezas. No se trataba de capturar cada objeto a la perfección, sino de construir una narrativa, crear tensión y dejar espacio para la interpretación.»
Kelly: «Marie tiene un ojo increíble y cuenta historias a través de lo visual con una precisión asombrosa: sabe exactamente qué importa en una imagen y qué no. Yo me centro mucho más en cómo se sienten las cosas, cómo viven en un espacio. Trabajo de manera intuitiva, mientras que Marie aborda una composición casi como una ecuación matemática. Cada elemento en su encuadre tiene que ganarse su lugar. Esa tensión entre mi enfoque instintivo y su visión rigurosa crea una dinámica que nunca podríamos lograr por separado.»
La primera sesión fue casi una anti-cena surrealista. Esta se siente más refinada, elegante, con guiños al surrealismo.
Marie: «Aquella primera sesión estaba enraizada en la absurdidad. Esta vez quisimos aportar más ligereza e imaginación. Una tetera con pestañas, un pequeño pez en un jarrón… pequeños detalles que cuentan una historia. Me encantan las imágenes en las que un solo gesto surrealista sutil basta para transportar al espectador a otro mundo. Y a pesar de lo lúdico, sigue encajando a la perfección dentro de la estética de Serax.»
Kelly: «Esta segunda colaboración se siente como si realmente hubiéramos encontrado un lenguaje compartido. Se trata menos del impacto del shock y más de sorpresas intencionadas. Ambas nos dimos cuenta de que podemos empujar los límites y aun así honrar la belleza. La elegancia sin un sentido de juego se vuelve rápidamente estéril. Marie dio la vuelta a algunos de mis cuencos poco profundos y los convirtió en pedestales para platos salvajemente coloridos, casi imposibles de imaginar. Ese es exactamente el tipo de sofisticada espontaneidad que conecta conmigo.»
La imagen más poética y surrealista podría ser el jarrón Zuma con la sardina flotante. Se siente como una obra de arte, algo que enmarcarías y colgarías sobre una chimenea. Esa foto realmente fusiona vuestros dos mundos: un ambiente de atardecer con un toque de misterio. ¿Cómo surgió?
Marie: «Siempre llegamos muy bien preparadas. Jens Burez (escenografía) y Sabato Amsterdam (estilismo gastronómico), dos de mis colaboradores habituales, tienen un instinto increíble para la textura y el color. Aunque planificamos mucho con antelación, también dejamos espacio en el set para la magia espontánea. Ese pequeño pez simplemente estaba allí, esperando, y de repente terminó en el jarrón. Se sintió correcto.»
Kelly, ¿cuál fue tu reacción ante esa imagen?
Kelly: «Marie tomó mi jarrón Zuma y lo convirtió en un escenario para este pequeño drama surrealista. Esa sardina simplemente cuelga allí, como si siempre hubiera debido estar. Lo que lo hace tan potente es el contraste: mi trabajo es cálido y táctil, mientras que su composición es fría y controlada. Ella tiene un don increíble para reinventar lo ordinario de una manera completamente nueva.»
Aun así, un extraño y maravilloso “anti-plato” llegó a formar parte de la sesión: un cisne de salchicha. ¿Cómo surgió esa idea?
Marie: «El cisne de salchicha es en realidad una de mis imágenes favoritas de la sesión, una especie de homenaje a lo absurdo. La idea se me ocurrió estando en una carnicería. Me obsesiona el aire teatral que se respira allí: patés brillantes, carteles retro con precios, salchichas colgando… De ahí empezamos a pensar en los animales de globos de las fiestas infantiles y nos preguntamos: ¿y si hiciéramos uno con una salchicha blanca? El carnicero más famoso de Bélgica, Hendrik Dierendonck, lo modeló para nosotras en el acto. Quiero decir, ¿quién más lo hubiera logrado? Y sí, ¡nos comimos el cisne después!»
Kelly: «Esos platos raros, casi nada apetitosos que usa Marie —la tarta de pepinillos, el cisne de salchicha— son geniales precisamente porque no tienen sentido. Te obligan a replantearte qué significan realmente la belleza y la adecuación. Me encanta cómo utiliza la comida como escultura, como comentario. Los mejores momentos son los que te toman completamente por sorpresa.»